Terapia para tratar las Adicciones
Uno de los principales problemas a los que la sociedad actual debe dar respuesta son las adicciones. En España, el consumo de determinadas sustancias ha aumentado de forma significativa en los últimos años. Por otra parte, desde la investigación científica se ha observado la importancia de incorporar técnicas y procedimientos de carácter psicológico en el abordaje de este tipo de problemas, con el objetivo de aumentar la probabilidad de éxito de la intervención en este tipo de casos.
Dado que la psicología es la disciplina científica que estudia el comportamiento humano y las adicciones son un comportamiento que causa graves daños para el individuo que consume y su familia, cabría esperar que dicha disciplina pudiera dar una respuesta a este tipo de problemas. Así es. Además, adquiere una mayor relevancia cuando, al analizar los casos de adicción en profundidad, podemos observar cómo el consumo de sustancias suele ser un mecanismo que utiliza la persona para cubrir algún tipo de necesidad o problema de su vida. De hecho, es muy común el uso de determinadas sustancias como el alcohol, el cannabis, los hipnosedantes, etc, como una forma de huir o evadirse de una realidad que es realmente dañina para la persona.
Por esta razón, desde el enfoque con el que trabajo, el primer paso en el abordaje de este tipo de casos será el identificar qué necesidad o problema perturba a la persona y le está llevando, en gran parte, a usar una sustancia de forma abusiva para escapar o evadirse de ello. A partir de ahí, se irán modificando también las condiciones en las que tiene lugar el consumo para ir reduciendo progresivamente su ocurrencia, a la vez que se van desarrollando otras condiciones que ayuden a la persona a tener una vida que le valga la pena. Desde mi perspectiva, es fundamental trabajar en ambos aspectos, es decir, tanto en la reducción del consumo como en la generación de una vida nueva y con significado, pues ambos elementos se encuentran interconectados y se ayudarán entre sí para conseguir el objetivo final, el cese total del consumo.
Finalmente, al igual que ocurre con otro tipo de problemas de comportamiento, es normal que en este tipo de procesos surjan una serie de emociones, pensamientos y sensaciones que resulten tremendamente desagradables, por lo que gran parte del trabajo terapéutico estará también encaminado a conseguir un adecuado manejo y gestión de todo ello.